Los incendios asolan Cantabria cuando sopla el viento sur. Una gestión del territorio más eficiente podría evitar la quema incontrolada y la mayor parte de los incendios.
El pasado febrero la prensa se llenó de titulares sobre el “terrorismo incendiario” que sumía a Cantabria en una oleada de incendios. Algunos artículos iban más allá poniendo el foco en la ineficiente gestión del territorio que se está llevando a cabo. Como en este artículo en el que dejaban a un lado las “explicaciones populistas” de algunos políticos para buscar el origen del problema.
Tal y como recoge el artículo, expertos en incendios forestales señalan la falta de conocimiento sobre las necesidades locales y de una gestión eficaz del territorio. La regeneración de los pastos mediante quema es algo habitual en la Cordillera Cantábrica. Que se haga de forma prescrita y planificada es un objetivo que se debería tratar de alcanzar. Así como la limpieza de montes y bosques para mantener a raya a los matorrales.
Cuidar nuestros bosques y montes debería de ser prioritario. Es patrimonio de todos y una fuente de riqueza si se sabe gestionar de forma eficaz.
