El roble posee propiedades medicinales gracias a su alto contenido en taninos y flavoniodes.
No solo la corteza y madera de roble posee estas propiedades medicinales, también las agallas y hojas. El fruto es la bellota; contiene un 50% de fécula, y azúcares, grasa y taninos.
Los taninos y flavoniodes tienen propiedades astringentes, antisépticas, antiinflamatorias y hemostáticas. Por ello es conocido su uso para tratar la faringitis, estomatitis, amigdalitis y vaginitis. Por sus propiedades hemostáticas se ha utilizado para tratar distintos tipos de hemorragias (nasales, gástricas, pulmones… ) y dolores menstruales. A diferencia de otras plantas, los taninos presentes en el roble son más potentes y se encuentran en mayor grado de concentración.
Por este alto contenido en ácido tánico que tiene el roble también se emplea como antidiarreico. Es recomendable su administración por vía oral después de las comidas. Pero cuidado; tomado en exceso puede provocar gastritis y vómitos.
La recolección de la corteza se hace en primavera y en troncos de árboles jóvenes, de no más de 20 años.
En este enlace aparecen distintos remedios populares a partir de corteza de roble y otras plantas.
Componentes medicinales del roble
Taninos (Corteza 20%, hojas 10%): Ácido gálico, caterol, pirogalol. La máxima concentración en taninos se presenta en ejemplares de más de 10 años. Las agallas de los robles también tienen tanino (ácido tánico y galotánico, 20%) y se pueden utilizar en fitoterapia.
Flavonoides: quercetina, catequinas, galocatequinas, leucocianidina, leucodelfinidina (corteza)
Fibra soluble: Pectina (corteza)