La madera ha sido a lo largo de la historia soporte para muchas obras de arte. Esculturas, óleos sobre tabla o retablos son algunos ejemplos.
Ya comentamos en un post como la dendrocronología estudia los anillos de los árboles. De esta forma obtiene información sobre la edad de la madera y las condiciones del crecimiento del árbol. Así podemos conocer el año en el cual un árbol fue abatido y trabajado. Esto permite verificar si otros elementos hallados en ciertos sitios históricos han sido bien fechados.
Tal y como exponen en este amplio artículo en el Cuaderno de Cultura Científica: esta ciencia “no sirve para datar la fecha de elaboración de una obra de arte. Lo que data es el momento más temprano en el que la madera que la compone pudo ser cortada“. Pudieron utilizar la madera varios años después de haberla cortado. Pero es un buen indicativo para detectar falsificaciones y realizar una correcta atribución.
El modo en el que se cortó la madera también es determinante. Como indican en el mismo artículo, el corte tangencial (D) es “conveniente para los análisis dendrocronológicos… maximiza el número de anillos que se observan“. “La parte más adecuada para elaborar las tablas es el duramen, que sería la parte oscura de la fotografía y la más estable por ser la más “muerta” del árbol.”
El Bosco y la dendrocronología
La dendrocronología ha permitido fechar algunas de las obras de El Bosco, así como asegurar su autoría. Ya que de este artista apenas se tienen datos fiables.
Tal y como señala este artículo, la mayor parte de las obras de El Bosco están realizadas en madera de roble del báltico. “Así se han podido comparar las tablas utilizadas por el artista holandés con otras de las que se tiene la seguridad de su datación.” “Este proceso solo se puede usar con el roble, ya que es el único estudiado, a partir de la recopilación de maderas datadas de muchos siglos con la que comparar los anillos.”