La resistencia de la madera al paso del tiempo la podemos comprobar, por ejemplo, en las casonas montañesas.
Las casonas montañesas son una típica construcción cántabra. Es uno de los edificios más característicos de la arquitectura tradicional en Cantabria. Por lo general se construyeron en los siglos XVII y XVIII. En ellas podemos observar la resistencia de la madera, ya que en muchos casos estas construcciones mantienen la madera original.
A medio camino entre una casa y un palacio, estaban construidas básicamente con piedra y madera. La estructura se levantaba en madera de roble o castaño. También se usaba en las típicas balconadas con las características tallas de madera. Madera dura, con gran durabilidad natural y que además tenían a mano en los bosques de Cantabria.
Paseando por Alfoz de Lloredo, nos encontramos con La Casa del Allende en Cigüenza. Casona del siglo XVII de propiedad privada, sigue en uso como vivienda y tiene un excelente estado de conservación. Observando de cerca los pilares de la entrada, adivinamos que puedan tratarse de los originales. Irregulares pero contundentes aguantando la balconada y piso superior.
En otros casos, la falta de mantenimiento y la meteorología son implacables con las construcciones. Como el caso de la cercana Casona de la condesa de Casa Tagle. A pesar de que es una construcción relativamente reciente, años 20 del pasado siglo, no ha aguantado el paso del tiempo y se encuentra en la actualidad en este estado. Una casona rodeada por el misterio.
Luego hay otras que afortunadamente han sido recuperadas, como en Novales (localidad reconocida por sus fantásticos limones) donde nos encontramos con una casona con la típica balconada. Fue restaurada hace unos años con madera de nuestro aserradero. A destacar las tallas en la madera que adornan el balcón. Tenemos disponibles alguno de los modelos en oferta. Pásate por nuestra tienda. También son típicos los listones tapando las juntas en la cubierta.